RESEÑA

El nacimiento de un niño va de la mano con el nacimiento de una madre, algo que a veces olvidamos. Aurore Petit nos lo recuerda con elegancia en Una mamá es como una casa. La autora e ilustradora francesa retrata el primer año de vida de un bebé, pero, al mismo tiempo, los primero pasos de una madre. Con un ritmo que podría evocar el de un canción –cada página comienza por lo mismo “una mamá es como…”–, el libro se aleja rápidamente de algo repetitivo gracias a ilustraciones con colores vigorosos, gracias a un trazo vivo y un humor plasmado en las decoraciones, los accesorios, las expresiones.De una ternura infinita, destacada por la redondez del dibujo, el libro álbum sigue paso a paso la cotidianidad de una mamá y su hijo con la ayuda de metáforas visuales que enriquecen el texto y/o le dan sentido. «Una mamá es como un auto», leemos bajo una imagen de una mujer que se pasea con su vientre redondo a buen paso. «Una mamá es como una isla», entonamos al mismo tiempo en que vemos la imagen de madre e hijo tomando un baño, con el pequeño cuerpo del niño varado en el torso de otro cuerpo, convertido en archipiélago. «Una mamá es como un paisaje», sugieren las imágenes de un picnic donde las curvas de la madre durmiendo en el pasto tienen formas de montañas lejanas. «Una mamá es como una ventana», pareciera afirmar el pequeño, que está más grande, y observa el mundo a través de las piernas de su mamá, punto sólido de apoyo para aprender a caminar. «Una mamá es como una cascada», susurra el texto. Hay que observar la imagen para comprender la alusión a esa pequeña lágrima que se desliza por la mejilla de una madre que se da cuenta cuánto ha crecido su hijo.Nido, fuente, recompensa, caramelo, espejo, ogresa, canguro, refugio: una mamá es miles de declinaciones en este libro dulce. Aurore Petit podría haber hecho el mismo libro sobre el papá, que no está ausente. Como una presencia bondadosa o un apoyo logístico, sostiene de forma imperecedera el dúo madre-hijo. Divertido y emocionante, el libro álbum de Aurore Petit no sólo es recomendado como lectura para los más pequeños, acurrucados junto a sus padres, sino que también puede ser ofrecido como un regalo de nacimiento para cualquier madre joven. En cualquier caso, es el tipo de libro que te acompaña para toda la vida.